Tanto Joaquín Morales, como consejero delegado del Xerez, como Ricardo García, como presidente del Jerez Industrial, coincidieron a principio de temporada con su mensaje de que este año iba a ser para “disfrutar” de los respectivos ascensos de los dos equipos.

Y cuando aún no ha terminado prácticamente la primera vuelta de la temporada, lo único claro de los aficionados de ambos clubes es que menos disfrutar están haciendo de todo y no sólo por los malos resultados --ambos equipos son los colistas en sus respectivas categorías-- sino por el enfado en la forma de gestionar ambas entidades, hasta el punto de que las manifestaciones y protestas de las dos aficiones han sido la tónica de este año. Y todas ellas con un gran grado de lógica, porque la sensación generalizada es que ambos dirigentes han basado su gestión en su propio beneficio y no en el del club. Y aunque en el caso del Xerez pueda tener un poco más de lógica, al ser una sociedad anónima, lo que está sucediendo en el Industrial roza el más absoluto esperpento, al atribuirse Ricardo García las atribuciones de toda la asamblea de socios y decidir siempre por su cuenta sin tener en ningún momento presente la opinión de los aficionados ni de los jugadores. Y esta negra experiencia debe hacer reflexionar a esta ciudad sobre los peligros que conlleva dejar las riendas de sus clubes en manos de personas que no son de Jerez y que, por tanto, no les importa nada lo que suceda o el daño que hagan a esta ciudad. de la misma manera que la llegada de las multinacionales sólo acabaron descapitalizando a las empresas jerezanas, desde Vicasa a muchas de las actuales bodegas, el aterrizaje de estos dirigentes foráneos sólo ha conseguido que las entidades deportivas acaben perdiendo el rumbo y que corran peligro incluso de desaparecer, ya que si, en el caso del Xerez, Morales no es capaz de encontrar quien se lo compre en Primera División, qué va a pasar cuando esté en Segunda sin plantilla, sin patrimonio y con decenas de millones de deuda. Jerez debe sopesar seriamente qué quiere para sus clubes deportivos y, sobre todo, qué está dispuesto a poner por mantenerlos, ya que seguir con esta filosofía de dejarlos en manos ajenas sólo representará una ruina para dichos clubes y para la ciudad.
Fuente:Informacion Jerez