martes, 19 de enero de 2010

Federico I "El elegido"


Federico I “El Elegido” desembarca en Jerez con un halo de misterio propio de novela de ficción y prometiendo “El Dorado” a una afición en situación de paz armada. El Sr Souza, al poner pie en tierra, nos hace soñar con un cuento de hadas largamente contado por empresarios piratas, que vinieron a especular no solo con el dinero de un club si no el sentimiento de una afición.

“El Elegido” pide paciencia y ser juzgado por su gestión, difícil contemplando sus amistades peligrosas. Morales le da la mano para pasar la pasarela y debemos de hacer un esfuerzo de memoria selectiva, tomarnos un Valium y olvidar el pasado. Graso error señor Souza. Los aficionados no olvidamos a especuladores de sentimientos. No olvidamos porque nuestro pasado es nuestra condena y nuestra esperanza. No olvidamos los lastres que nos dejaron de herencia y que aún perduran en un club humillado y vilipendiado. No olvidamos los destierros y las puñaladas traperas. No olvidamos las divisiones, ni las manifestaciones. No olvidamos las palabras mudas.

“El Elegido” pide confianza. Graso error. La confianza se gana o se pierde, todo está en su mano. No deberá olvidar que ya no valen medias tintas o medias verdades. No deberá olvidar que tendrá que mirar a los ojos de la afición y rendir cuentas de sus hechos no de sus palabras. En Xerez ya no valen trueques, ni cambios de cromos porque ya los hemos visto todos, Silgado, Oliver, Morales.
Federico I “El Elegido” tiene en su mano nuestro presente y futuro… que no se le escurra de los dedos.

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